La Columna de Yanko Tolic

Lita Ford: Memorias de una Mujer Maravillosamente Salvaje

Yanko Tolic: Memorias de una Mujer Maravillosamente Salvaje

Yanko Tolic nos relata una nueva historia del Rock y el Metal en el mundo, refiriéndose en esta ocasión a la guitarrista Lita Ford

Lita Rossana Ford (Londres, Inglaterra, 19 de septiembre de 1958) es una guitarrista y vocalista británica-estadounidense de Rock, que alcanzó la popularidad en la década de 1980 y por haber sido parte a los 16 años de la banda de Rock formada exclusivamente por mujeres adolescentes The Runaways siendo su guitarrista principal (1975-1979). Después hizo carrera en solitario. A pesar de hacer temas para el mainstream pedidas por los productores, se las arregló para hacer grandes temas de corte Heavy Metal como “Out for Blood” (disco del mismo nombre en 1983),   “Can't Catch Me” (Lita, 1988), “The Ripper” (Stiletto, 1990), “Larger than Life” (Dangerous Curves, 1991), “Boilin' Point”, (Black, 1995) donde por lo general graba todas las guitarras y demuestra una técnica que puede ir fácilmente desde Kirk Hammet a Hendrix sin ninguna problemática. Nació en Londres, de padre inglés y madre italiana. Se mudó con su familia a los Estados Unidos cuando era una niña. Lita publicó el 23 de febrero su autobiografía “Living Like a Runaway: A Memoir”. En ella detalla alguna de sus citas con reputados músicos de la escena del Hard & Heavy, veamos algunas de ellas.

Living Like a Runaway: A MemoirEn The Runaways, Lita Ford recuerda que apenas seis días después de cumplir 13 años vio a Black Sabbath en directo por primera vez. “Mi vida pasó como un destello cuando me fijé en el guitarrista, Tony Iommi. Parecía sobrehumano, como un Dios”.

Lita Ford explica que comenzó a tocar la guitarra con diez años y se aprendió temas de Led Zeppelin cuando tenía 13. A los 16 fue Kim Fowley quien le introdujo en el mundo del Rock & Roll. Estaba montando una banda de chicas adolescentes, que desembocó en The Runaways. Allí coincidió con la guitarrista Joan Jett.

Mientras ensayaban a Ford le chocó que Jett y la cantante Cherie Currie estuvieran “siempre juntas, no como amigas sino en una actitud romántica”. Ford dejó la banda cuando se percató de que el resto de las componentes, con excepción de una, eran lesbianas. Temía que “una de las chicas pudiera intentar algo conmigo”.

Durante un mes Lita tuvo pesadillas pensando que The Runaways se hicieran famosas sin ella, por lo que volvió a la banda. Ahora achaca su actitud a la “ignorancia juvenil”.

El primer concierto de The Runaways como cabezas de cartel en Los Ángeles reunió a reputados músicos de la escena, entre los que destacaban Robert Plant y Jimmy Page de Led Zeppelin. Plant posó con la banda con una camiseta del grupo femenino. “Me llevó a un lado y me preguntó a ver si podía tocar el bajo. ¿Para quién?, le pregunté. Led Zep”, le contestó. “Igual había estado bebiendo o estaba bromeando conmigo, pero parecía completamente serio en aquel momento”. Ford no volvió a escuchar más al respecto, pero en aquella época el bajista de Led Zeppelin, John Paul Jones, había abandonado la banda de forma momentánea.

En el libro Lita Ford detalla una serie de mentores y amantes, que a menudo se convierten en la misma persona. Cogió ladillas de Dee Dee Ramone y asustó al bajista de The Who John Entwistle cuando tras quitarse los pantalones ella tenía marcas azules y negras en las piernas. “John me miraba como si estuviera metida en el sadomasoquismo o algo parecido”. En realidad, aquellas marcas habían sido ocasionadas por montar a caballo.

Entre esos amigos especiales destacan Ritchie Blackmore de Deep Puple y Glenn Tipton de Judas Priest, a quienes describe como perfectos caballeros. También se centra en Edward Van Halen, a quien no le gusta llamarle Eddie.

Ford recuerda una vez cuando en 1980 ella y Van Halen estaban bebiendo vodka y metiéndose mano en su habitación. Estaban acaramelados en el suelo cuando algo le tocó en su tobillo. Era Mark, un hombre muy alto con el que había cortado recientemente, que los miraba fijamente. “Había escalado por los balcones y se había metido por la puerta corredera”.

Van Halen estaba bebido y se asustó. “Se giró hacia el baño y dijo. ‘Bien, si me vas a matar, entiérrame con mi guitarra’. Entonces golpeó la puerta del baño y se encerró”. Ford consiguió que Mark se fuese, pero cuando miró en el baño Van Halen ya no estaba. Y eso que la única salida era “una pequeñísima ventana” sobre la ducha. Van Halen había pedido una moneda a un chico en la calle, después de haber descendido varios pisos, para llamar al 911. Y todo eso llevando una camiseta de Lita Ford

Living Like a Runaway: A Memoir - Richie SamboraCuando Lita Ford grababa el disco Dancin’ On The Edge en Nueva York en 1984, Jon Bon Jovi y el guitarrista Richie Sambora también estaban grabando cerca y a menudo solían quedar. Después de salir una noche en el club Traxx, Lita, su mejor amiga Toni, y el guitarrista y tecladista Aldo Nova se llevaron a los miembros de Bon Jovi a la habitación del Broadway Plaza Hotel.

Mientras Ford y Bon Jovi se liaban en una cama, Sambora y Toni hacían lo propio en la otra, al tiempo que Aldo Nova “miraba, daba sorbos al vino e intentaba encajar él también”. El vino afectó a Bon Jovi, que “empezó a devolver en una esquina, justo en la alfombra de la habitación”. En ese momento “Toni se bajó como diciendo; ¡Aquí Lita!, intenta con el mío. Por lo que me fui a la cama con Richie”.

La habitación se convirtió en una escena de Calígula. “Richie Sambora es el rey del swing, lo debo confesar. Jon se recuperó de su vómito y Aldo finalmente se pudo hacer sitio en la acción”.

Lita Ford consiguió su sueño de abrir para Black Sabbath y pasar tiempo con su ídolo, Iommi. “Parecía tan encantador, seguro y guapo”, detalla. “Tiempo después descubrí que las apariencias engañan”.

Comenzaron a “tontear, pero eso fue lo máximo a lo que él pudo llegar porque estaba muy puesto”, escribe Ford en alusión a la ingente cantidad de cocaína presente. “Era impotente por su continuo usa de drogas, y estaba muy avergonzado. Me sentía mal por él y no sabía qué hacer”. Se mantuvieron en contacto y la relación fue progresando. A Ford le emocionó cuando Iommi le invitó a Inglaterra para conocer a su madre.

Living Like a Runaway: A Memoir - Tony IommiCuando estaban en el avión Iommi “de buenas a primeras me golpeó en el ojo”. Lita se pasó las diez horas de vuelo en el compartimento de las azafatas. Decidió que tenía que volver a Los Ángeles tan pronto como aterrizara el avión. Sin embargo, Iommi actuó como si nada hubiera pasado y ella se quedó con él, “como una imbécil”.

La madre de Iommi vio su ojo morado, y Ford pronto descubrió que los maltratos eran comunes en la familia, porque el padre de Tony había hecho lo mismo. Ford y Iommi mantuvieron una relación en la que, según Lita, él la maltrató físicamente unas cuatro o cinco veces. Lo peor vino poco después de que él le regalara el anillo.

“Después de estar esnifando, se enfadó y me estranguló hasta dejarme inconsciente”, escribe. “Cuando me desperté, le vi sujetando una silla sobre mi cabeza. Era una silla grande, de cuero y pesada con corchetes en los brazos. Estaba a punto de romperla sobre mi cara. Me arrastré y afortunadamente me moví muy rápido y él falló rompiendo la silla contra el suelo”.

Lita se escapó y se refugió en la casa su exnovio Nikki Sixx (Mötley Crüe). Sixx le dijo: “volveré pronto. Tengo algo que te ayudará a sentirte mejor”. Se fue a la casa del guitarrista Robbin Crosby (Ratt) y volvió con heroína. Ford la esnifó y se quedó dormida. Finalmente rompió con Iommi, quien a modo de venganza se quedó con los músicos de Lita Ford.

En el libro Lita ha incluido una nota en la que “por respeto a mis hijos, he decidido no hablar en detalle sobre su padre, mi marido durante 18 años”. Ford se casó con Jim Gillette, quien fuera cantante de la banda Nitro. En la actualidad está divorciada.

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