Una nueva semana y una nueva historia de la mano de Yanko Tolic en su columna en Discordancia
“¡Deja de escuchar a Deep Purple, Black Sabbath, Led Zeppelin o Grand Funk, este es el nuevo sonido que viene!” Me indico mi amigo Pato Shaft. Y antes mis manos me deja el disco Metal For Muthas (1980). Entonces, en ese tiempo, éramos un grupo de amantes de este nuevo sonido que estábamos siempre investigando, sobre ese undeground y lo que iba saliendo. Lo llevé a casa y mis sesos estallaron manchando los muros de mi pieza.
Si bien ya habíamos conocido un nuevo sonido que se apartaba del Rock tradicional con bandas como Judas Priest, Budgie o Motorhead, esta era una recopilación diferente que retrataba la nueva ola de Heavy Metal Británico (comúnmente abreviado como NWOBHM). Traía 10 temas donde venia Iron Maiden, Sledgehammer, E.F.Band, Toad the Wet Sprocket, Praying Mantis, Ethel the Frog, Angel Witch, Samson y Nutz.
La palabra “MUTHAS” es una extraña abreviación de “Mother fuckers”. Una expresión poco usada en el inglés británico, pero muy usada en los estadounidenses.
“Methal For Muthas, el título de este LP que prácticamente habla por sí mismo. Metal para todos los “Muthas” reales que han sido leales con la causa y que ayudaron a apoyarlo a través de la reciente crisis de dos años, y también Metal para todos los otros “Muthas”, que juntos, lograron enterrarlo en los últimos años.” Escribe Neil Kay, DJ de Soundhouse. Uno de los dos personajes claves que apoyaron desinteresadamente y con pasión a todas las bandas en sus programas de radio. El otro personaje vital fue el periodista Geoff Barton (fundó la revista de Heavy Metal Kerran y editor de la revista musical Sounds). Los artículos de Barton para sonidos que cubrían el NWOBHM ayudaron a crear la sensación de que un movimiento real estaba teniendo lugar, y lo consiguió (Que sana envidia no haber tenido personas así en Chile para apoyar nuestra escena). Barton dijo de manera sincera: "La frase New Wave of British Heavy Metal era esta cosa ligeramente irónica ... realmente no sentía que ninguna de estas bandas estuviese particularmente vinculada de una manera musical, pero era interesante que de ellos debería surgir ALGO más o menos al mismo tiempo”.
Así que acuñó el término en un número de mayo de 1979 del periódico musical británico Sounds para describir el surgimiento de nuevas bandas de Heavy Metal a mediados o finales de los 70, durante el período del declive del Punk Rock y el predominio de la música New Wave. Vale decir, entonces que todo surgió de esta anécdota.
Este fenómeno subterráneo creció paralelamente al Punk y fue ignorado por los medios. El movimiento involucro a jóvenes de la clase obrera, que sufrieron las dificultades del aumento del desempleo durante años después de la recesión de 1973-75 como hogares destruidos, pobreza, indigencia y alcoholismo. Como reacción a su sombría realidad, crearon una comunidad separada de la sociedad dominante para disfrutar de la compañía mutua y de su música favorita.
Según el escritor británico Malc Macmillan el movimiento duró diez años, desde 1975 a 1985, mientras que Geoff Barton, estima que solo duró hasta 1981. la inclusión de las bandas Judas Priest y Motörhead genera ciertas discrepancias entre los autores británicos y estadounidenses, ya que estos últimos consideran que ambas bandas fueron parte de la NWOBHM, pero los otros estiman que fueron impulsoras del movimiento, pero no los incluyen en las listas de bandas por diversas razones.
Volviendo a las bandas que participaron en el disco me recuerda al poema de nuestra gran Gabriela Mistral: “Todas íbamos a ser reinas” ya que muchos sueños chocaron con el muro de la realidad de querer consagrarse producto de falta de financiamiento y malas decisiones. Sencillamente no pudieron sacar provecho de estas tempranas aclamaciones, que les permitían pensar que podían dejar sus vidas con aflicciones y sufrimientos interiores. Solo algunos golpes de suerte como algunas giras y haber editado algunos demos, EPs y discos dejaron esa huella para nuestro recuerdo. Por cierto, esos discos hoy los buscamos con nostalgia y hambre de coleccionistas. Para rememorar una bella época que no volverá.
La recopilación sin duda ayudó a convertirse en un trampolín para una sola banda: Iron Maiden ya que se hizo la gira “Methal for Muthas” lanzando después su primer disco homónimo que fue directo al número 4.
Una de las copias atravesó a América y llegó a manos de Brian Slagel fundador de Metal Blade Records quien tomando la idea decide preguntarles a los demás dueños de disquerías si comprarían un disco recopilatorio como el Metal for Muthas. Logra convencerlos y decide llamar a su producción Metal Massacre que contendría en su primera edición una prometedora banda llamada Metallica con un batero Lars Ulrich devorador y coleccionista de todo lo que se llamó NWOBHM comenzando un movimiento continuador de ese legado. Otra copia llegó, quien sabe cómo, a Chile, y la historia ya es conocida…