De Dimmu Borgir hasta alejarse del Metal
“Mi salida de la banda no fue enteramente por decisión propia, además he pasado mucho tiempo viendo como varias de las canciones escritas por mí no fueron nunca registradas con mi nombre en los créditos, porque de hecho la mayor parte de los álbumes, “Puritanical Euphoric Misanthropia” e “In Sorte Diaobli” habrían sido totalmente distintos si yo no hubiera participado tanto en su composición como lo hice, al final mi salida fue solo por medio de un mensaje de texto que me mandaron al celular."
Hace 9 años ya de esto.
Øyvind Johan Mustaparta, conocido por todos con el apodo de Mustis, nació el 10 de septiembre de 1979 en Bærum en el municipio de la provincia de Akershus, Noruega. Desde pasado los 7 años comenzó su aprendizaje en el piano al igual que Beethoven. Un instrumento maravillosamente inventado en torno al año 1700 por el paduano Bartolomeo Cristofori y que entre sus antecesores se encuentran instrumentos como la cítara, el monocordio, el dulcémele, el clavicordio y el clavecín.
Mustis aprendió a adorar a Chopin, Liszt, Mozart, el mismo Beethoven, Debussy o Chaikovski y una lista interminable del cual no podemos dejar fuera al Jimi Hendrix de ese instrumento: Serguéi Rajmáninov.
Su hábil forma de tocar le llevo a componer piezas que entusiasmaron a su amigo de años y multi-instrumentista Stian Thoresen, conocido con el seudónimo de Shagrath, quien desde 1993 había fundado con otros amigos la banda Dimmu Borgir ("Ciudades Oscuras" en islandés).
Así es como Mustis en 1998 pasa a formar parte de esa agrupación con 19 años y en 1999 aparece el resultado en el cuarto álbum de estudio de la banda llamado: “Spiritual Black Dimensions” donde se nota la influencia del trabajo de Mutis aportando desde las 88 piezas. (52 + 36 es la suma de las teclas blancas y negras para ser exactos). Este trabajo fue apoyado en numerosas presentaciones de festivales como el “Dynamo”.
Posteriormente llega el su quinto álbum de larga duración, “Puritanical Euphoric Misanthropia” que cuenta con el apoyo de la Orquesta sinfónica de Gotemburgo. El aporte de Mutis es magistral con los teclados que entregaban oscuros ambientes atmosféricos que le daban al grupo un estilo de diversidad y sinfonismo que, si bien podía molestar a los más puristas del Black Metal, contribuían a la exploración sonora del estilo hacia lo filarmónico. A pesar de los quiebres que experimento la agrupación (incluso se marcha Shagrath), el 2003 emerge la obra “Death Cult Armageddon”, que incluía partes interpretadas por la Orquesta filarmónica de Praga, que siguen y agregan ingredientes más complejos en sus composiciones ya declaradamente sinfónicas. Mutis entrega todos sus conocimientos elaboradamente técnicos para que esto llegue a plasmarse en el resultado final, gracias a sus atmosferas creadas, ya se pensaba que el sonido que habían logrado no era para tomarlo a la ligera, realmente estaba proporcionando una sonoridad que dejaba con la boca abierta a los músicos rivales en cuanto a la entrega de sus polifonías, tonalidades y arreglos orquestales.
Si bien Dimmu Borgir se notaba con anterioridad a Mustis que deseaba seguir ese camino, fue la llegada de él la que lo elevó a un nivel muy por encima del resto, a pesar de que no necesariamente fuera el compositor de todo. Pero su sello era lo que le distinguía.
La banda decide regrabar su segundo álbum “Stormblåst MMV” por no estar satisfechos con el sonido. Eso en medio de convulsionados cambios que marcan el regreso de Shagrath a la banda. Lo cual alegra a Mustis.
El 27 de abril de 2007, sale a las tiendas de discos “In Sorte Diaboli”, su disco más rentable. Los comentarios que recibíamos en esa época era que al fin aparecía una banda que vendiera más que Metallica en Europa. Eso provocaba que muchas bandas se influenciaran por su sonido. El grupo marcaba su época dorada demostrando mediante sus actuaciones en vivo que estaban sólidos y más fuertes que nunca; El futuro les pertenecía.
No obstante, como escribiera John Locke: “Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias”. La vida es efímera, las personas también. Las cosas ya no iban del todo bien y en agosto del 2009, sale un comunicado anunciando que Mustis más Simen Hestnæs, bajista más conocido como Vortex (y también por pertenecer a Arcturus) no continuaban siendo parte de la agrupación. Primeramente, se dijo que eran por diferencias musicales. Sin embargo, otra era la realidad. Estos dos músicos hacía tiempo que tenían una relación nada buena con el resto. Mustis se dio cuenta que varias de sus composiciones no habían sido inscritas a su nombre en los créditos. Peleó por este derecho y no llegó a ninguna conciliación con los otros integrantes de la banda. La discusión se acabó con la expulsión de Mustis, quien recurrió la vía legal para solucionar el conflicto. Vortex apoyó a Mustis en la lucha por el derecho a las composiciones.
Después es este episodio Mustis visiblemente afectado con todo decidió cortarse el cabello largo que le distinguió. Se apreció un notable cambio en su apariencia física.
Los que le veían, notaban completamente desvinculado con el entorno del Metal.
Alguien desenganchado de forma total con su pasado.
Solo le convencieron de participar como músico de sesión en la banda Susperia, pero solo fue un rato, solo eso.
Y después de eso, se alejó de las redes sociales donde se sabe poco y nada hasta el día de hoy. Sus amigos músicos con que frecuentó el último tiempo prácticamente no saben nada de él. Curiosamente en su Facebook a veces, sube algunos videos donde toca el piano.
Se alejó totalmente de tocar en vivo y del Metal en general.
Nadie sabe si lo volveremos a ver. Lamentablemente ya no disfrutaremos de esa alquimia mágica, esa transmutación de metales que esa formación podía plasmar en el sonido. Solo la reflexión de pensar que hubieran entregado si hubiera seguido juntos.
Un video que considero fuerte es una reunión o fiesta en que lo invitaron a participar. Él se encuentra ido de todo eso, la banalidad de seres básicos y sus formas de vida. Simplemente ve un piano y se pone a tocar el Nocturno N° 20 de Chopin, mientras la mayoría no sabe quién tiene a su lado. Incluso tienen que hacer callar para poder apreciar lo que toca, en medio de la cultura borracha como factor de socialización. Mención honrosa para la chica que le intenta hablar desde el minuto 02:41 sin entender nada de nada. ¿A cuántos nos has pasado?
¿Dimmu Borgir? Bueno, no fue lo mismo después. La esencia se la llevó Mustis. La escondió junto con él.