Ultimo día del año junto a Yanko Tolic ya en los descuentos del año 2018, dejándonos un relato sobre la historia del Rock
Siempre que pienso en la espera de las 12 esperando los abrazos, recuerdo este gran disco, que escuche desde adolescente, llamado “Banda de Gitanos” grabado en la víspera del año nuevo, el 1° de enero de 1970 en el Fillmore East, Nueva York.
A los 13 años, en mi dormitorio, dejaba mi guitarra desenchufada mientras movía mis dedos emulando esos complejos solos de guitarra a medida que sonaba el vinilo.
Mi pieza tenía luces de colores que transformaban esa vieja casa en un escenario interactuando con lo que salía de los surcos. ¿Cómo era posible que Hendrix nos llevara a un campo de batalla de forma tan creativa?
Desde su guitarra salían tanques, llamas, explosiones, helicópteros, ametralladoras y bombas. Era transportarse al horror de Vietnam. Ese país intervenido por la ultraderecha de Estados Unidos para evitar que se reunificara bajo un gobierno socialista o comunista. Un resultado de 5.700.000 muertos. (Ver la película “Apocalisis Now”).
La denuncia de las frecuentes violaciones y abusos contra los derechos humanos cometidos por los dos bandos, y el hecho de ser la única derrota militar de los Estados Unidos hasta la actualidad, creó un sentimiento y una conciencia en el pueblo estadounidense ante una guerra considerada injusta, el llamado síndrome de Vietnam. El síndrome dio paso a un movimiento pacifista y se prolongó hasta los años 1980. La guerra de Vietnam se convirtió en un icono, perdurando hasta la actualidad, de los grupos sociales y partidos de izquierda en gran parte del mundo, además de un ejemplo imitado por otros combatientes posteriores.
Todo esto sale por los poros al escuchar el lado A del disco con los temas "Who Knows" (Quien sabe) y "Machine Gun” (ametralladora). Esos alargues e improvisaciones me matan y han influenciado mi música por no querer tocar siempre igual a los discos que he grabado, ya que siempre me ha gustado hacer cosas que en vivo suenen diferente a lo ya capturado en estudio.
El lado B trae 4 temas: "Changes", "Power to Love", "Message of Love" y "We Gotta Live Together". Siendo el primero y el cuarto de ese lado de autoría de Buddy Miles.
A través del Rock y el Metal he visto como mayoritariamente la gente pobre del mundo ha tenido un canal de expresión, sea desarrollando fanzines, grabando a las bandas tocar, organizando conciertos, pintando sus caratulas, logos, lienzos o parches, ejecutando sus instrumentos etc. Y siempre vi en Hendrix un ícono de la clase trabajadora que tuvo la oportunidad de dar a conocer su arte.
Es imposible no reconocer su sonido al escuchar bandas como Slayer, Metallica, Motorhead, Judas Priest, Morbid Angel y miles de más. Un legado que seguirá quien sabe cuánto de un ser que solo vivió 27 años y que se dijeron tantos mitos.
Uno de estos mitos fue (y muchos hippies chilenos me lo decían) que Hendrix había compuesto el tema “Highway Chile” en honor a nuestro país porque había leído “La araucana” de Alonso de Ercilla y había quedado impactado con la lucha del pueblo Mapuche. (Creo que si viviera lo estaría más). Pero eran solo mitos, como el de Pink Floid que tocaría alguna vez en nuestro Valle de la Luna.
Salud entonces este fin de año por el batero Buddy Miles que junto Billy Cox apoyaron este magnífico power trio sacando este disco junto a Jimi, lanzado antes de su muerte en 1970, fue el último álbum que autorizó en persona.
Dedicatoria a todos los guitarristas del mundo: Cada vez que su ego aflore y se sientan buenos, muy buenos, los mejores de Chile, Sudamérica, el globo terráqueo y el universo.
Solo pongan este disco y escúchenlo, Bastará unos minutos para que su valorada autoestima se vaya diluyendo y su egolatría no sea más que una brisa perdida frente al mar.
El Mar de Hendrix.
¡Feliz 2019!