La banda canadiense, Voivod, es el tema central de la primera parte de esta columna semanal de Yanko Tolic.
Un amigo saliendo de la disquería Rockshop en 1984, me dice: “¡Yanko, esta banda hace que Venom suene como niños de pecho! Son lo más caótico, desordenado y demente que he escuchado”. Era tarde ese sábado y fuimos a su casa a escucharlos.
Durante el trayecto revisé el vinilo y exclamé: “¡Canadá, la tierra de Rush, de Bachman Turner Overdrive”, aunque ya nos habían sorprendido ese año pasado con el disco “Heavy Metal Maniac” de Exciter y su Speed Metal!. Pero una banda tan transgresora saliendo por el sello Metal Blade sí era de destacar y poner atención. Eran tiempos maravillosos donde cada banda que nacía intentaba superar a la otra en locura, pero, con un sello totalmente personal y diferente junto a temas como “Voivod”, "Warriors of Ice", “Black City” o “Nuclear War”.
Ya se estaba corriendo la voz de una banda diferente entre los thrashers de Santiago y el intercambio del disco pasaba rápidamente de mano en mano. Después llegó 1986 y su segundo álbum llamado Rrröööaaarrr definitivamente nos hizo poner atención que venían a desordenar y a aportar al mismo tiempo a la escena. Ahora ya todos ubicábamos a sus integrantes de graciosos sobrenombres: “Serpiente” (Denis Bélanger, voz), Cerdito (Denis D'Amour, guitarra), “Negrito” (Jean-Yves Thériault, bajo) y “Alejado” (Michel Langevin, batería). “Alejado” aclara en una entrevista diciendo que por sus estudios en la Universidad llegaba tarde a los ensayos por ser el que vivía más alejado de todos. De ahí su apodo. Ciertamente no correspondían a seudónimos a los cuales estábamos habituados, porque en todos lados se usaban nombres brutales o infernales. Además, los títulos de los temas también aportaban: "Korgüll el Exterminador", "Vete a la mierda y muere", "Masacre en una tumba", "Rasgando los dolores de cabeza" o "Construye tus armas" no solo nos metían en una licuadora thrasher de estilos, también nos presentaban historias, conceptos y mundos paralelos. Aquí era notoria la cultura de Tolkien.
Voivod combina sonido punk con elementos progresivos que se pueden deleitar para nuestro paladar en bandas como King Crimson, Magma y la etapa psicodélica de Pink Floid con Syd Barret. Se manifiesta todo con mayor claridad en su tercer álbum de 1987: “Killing Technology” que sale por el sello Noise, con el tema que abre la producción del mismo nombre del disco más aportes como: “Olvidado en el espacio”, “Orden de los guardias negros” o “Esto no es un ejercicio” dejaban claro que el Thrash Metal Progresivo se habría a otras dimensiones en música y letra después de iniciarlo Slayer con su “Hell Awaits”, a diferencia que Slayer no siguió ese camino, Voivod siguió en ese concepto. Al año siguiente (1988) llega “Dimension Hatröss” con ocho composiciones (nueve con la pista de CD adicional) donde me llamaba poderosamente la atención los juegos de atonalidad de su guitarrista Piggy, una peculiaridad de meter muchos riffs y usar acordes más agudos (cuando la tendencia de todos nosotros en el Metal era dirigirnos a los tonos más graves). Acordes completos en vez de tocar sólo quintas o terceras. Compases con irregularidad, que por lo general usan los guitarristas de jazz con el sonido sincopado es la estrategia compositiva destinada para romper la regularidad del ritmo por medio de la acentuación de una nota en un lugar débil o semifuerte de un compás) y por supuesto, bastante riqueza harmónica.
El tema “Convicciones Tribales” nos mató a muchos. Aquí se añaden elementos de bandas como Killing Joke, Bahaus y Sonic Youth, se deja atrás el sonido más noise de bandas como Bulldozer o Venom, el canto se depura más y hasta me recuerda a Mick Jagger. Snake a través de las letras narra cada saga de su genial personaje creado en las caratulas llamado Korgull el nebuloso merodeador diseñado por el baterista Away, mientras conquista y arrasa todo el universo, adorado como un dios y temido como un demonio, con sus propias dudas sobre cómo debería proceder con varios pueblos que encuentra en el camino, a veces retratándolo más como un observador curioso que como un señor de la guerra. En cualquier caso, los temas de la tecnología que se mezclan con el orden natural de las cosas, la opresión social, la injusticia, la guerra y los disturbios aplicables a nuestra realidad. (pregunta: ¿Alguien dijo que el metal era apolítico? Mi respuesta: jajajajajajaja). "Manipuladores tecnocráticos" y "Macrosoluciones para megaproblemas", “Vacío psíquico” y “Drama cósmico” dejan en claro que el sonido del Thrash Metal es ilimitado y totalmente experimentable a limites desconocidos, porque la mayoría cree que lo progresivo debe seguir una tendencia de bandas como Queensrÿche y Fates Warning, para que hablar de Dream Theater. No señores, simplemente no. Aquí está la prueba.
La continuidad transgresora se hace más presente en álbumes como “Nothingface” (1989), MCA Records que trae la versión de "Astronomy Domine" de Pink Floid (“Señor de la Astronomía”, Domine es Señor en latín). No graba Away la batería. Luego “Angel Rat” de 1991 donde se desarrolla un Thrash Metal psicodélico que hace que el bajista Jean-Yves “Blacky” Thériault, abandone la banda por ese giro musical. De la influencia del NWOBHM y la Guerra fría, su estilo de música postapocalíptica se fue cambiando a temas de ciencia ficción. 1993, sacan “The Outer Limits” el último con el vocalista Denis Snake Bélanger hasta su regreso en 2002. Destaca el cover “The Nile Song” (de la banda sonora de “More”) de Roger Waters que definitivamente hace pensar que toda la música de Pink Floid parece hecha para ser versionada en el Thrash Metal. Regresa Away de batero, añade trabajo de teclados y sigue con la ilustración, trae la pista más larga de Voivod "Jack Luminous", de 17 minutos y 26 segundos. Una hermosa locura sónica. Pierre St-Jean graba el bajo, pero solo como músico de sesión. Los primeros Cds venían con unas gafas 3D de miniatura para apreciar más aún, la calidad de arte de su caratula. Las ideas revolucionarias y letras transgresoras se suman en los siguientes álbumes como “Negatron” (1995), “Phobos” (1997), “Voivod” (2003, “Katorz” (2006), “Infini” (2009), “Target Earth” (2013) y su última producción “The Wake” (2018). Con idas y venidas de integrantes la banda termino en los ´90 como power trio liderados por su nuevo miembro llamado Eric Forres tocando el bajo y cantando. Había llegado en 1994, y grabó los discos “Phobos” y “Negatron” tuvo que marcharse por la vuelta de Snake. Tuvo después su propia banda llamada E-Force por el apodo que tenía cuando tocaba en Voivod siendo gravemente herido en un accidente automovilístico en Alemania. En el 2000 hubo actuaciones con Jason Newsted, ex Metallica.
La tragedia a la banda llega con la muerte de Denis “Piggy” D'Amour que en el verano 2005 le diagnostican cáncer al colon, una enfermedad de mierda que siempre aparece cuando ya es tarde y no se puede operar. De todas maneras, Denis quiso operarse igual, pero todo se complicó en la sala de operaciones cayendo en coma en la unidad de cuidados paliativos de un hospital de Montreal el 25 de agosto de 2005, al final rodeado en sus últimas horas con familiares y amigos. El guitarrista formado en el violín clásico amante de Nicolo Paganini, Antonio Vivaldi, Arcangelo Corelli o Giuseppe Tartini falleció al día siguiente a las 11:45 de la noche.