Muchos metaleros antiguos conocerán quien es el Jucca, pero ¿quién sabe quién es Pancho Carcinomatoide? Yanko Tolic hoy les contará sobre él.
“¿Sabes qué es lo más grande de la vida? El sentido del humor. Pierde eso y estarás acabado”. Lemmy Kilmister.
Poco a poco existió el rumor de un fanzine de comics con pasajes importantes de la Historia del Metal Chileno. Algunos borradores se pasaban en la escena. Pero no existía claridad quien los hacía, algunos hablaban de que provenía de la Quinta Región. Luego llegó a mis manos un borrador que me pareció muy potente y que en Santiago lo mostraba Álvaro Pardo buscando financiamiento. Conocía a Pancho y a Enzo por su programa “Volumen Brutal”. Definitivamente era un material que no se podía perder, como tantos proyectos que no han llegado a ver la luz (o la oscuridad) en nuestro movimiento. Pancho hizo una viñeta publicando la preventa que fue un éxito, pese a tener bajas expectativas iniciales.
Álvaro Pardo señaló: “Creo que su visión era necesaria en la construcción del imaginario colectivo del metal nacional, aportando en cada una de sus ilustraciones con el sarcasmo y la autocrítica que tanto se necesita en un movimiento que a veces se pierde en una crítica carnívora inútil.”
Apareció entonces bien editado como fanzine la edición llamada “Crónicas del Metal Chileno” de “Carcinomatoide Comics”, Volumen Brutal 2018. Advirtiendo lenguaje obsceno y hueveo prodigioso. En un primer momento admití pensar que nos pulverizarían con humor negro (del que duele a todos) a quienes apareciéramos ahí. Es como un pensamiento que se ha hecho normal en el Metal Chileno, fortalecido con el fracasado libre mercado impuesto en el inconsciente colectivo que haces que pienses que todos te quieren cagar. Pero no, fue diferente. Aquí nos responden Pancho “Carcinomatoide” y Alvaro Pardo del cómo y el porqué:
Pancho “Carcinomatoide”, estudió en el colegio “Teodoro Lowey” bajo la atenta mirada del busto de Gabriela Mistral que se ubicada en el patio. En ese establecimiento educacional fue que le empezaron a pasar sus compañeros música extrema y fanzines en 1998.
Pancho Carcinomatoide: “Me pasaron una Vampire donde salía ‘Mortis’ y discos de Ancient y Satyricon. Mi interés con ellos era más bien relacionado con temas espirituales, cosas paranormales, así que empezamos a compartir seguido ese verano. Al principio influenciado por JUCCA y un video de la banda Them de Valparaíso, que tocaba con instrumentos precarios, como por ejemplo bidones de pintura, y siendo un contraste estético y sonoro, comparado al Black Noruego. Vi la abismante diferencia y me hizo inventar caricaturas reflejando la precariedad de la escena de la quinta región. También hice reseñas de bandas chilenas por mientras trabajaba de copero y barman. Me interesaba el humor. Dejé los lápices y fundé «Supreme Gore Delicatessen». De esa época veo al comic como una extensión natural de ese cariño. Me sentí solo cuando SGD dejó de funcionar y a modo de terapia decidí retomar mi vieja afición de niño. Mi primera razón. Te soy sincero…tenía un miedo terrible a hacerlo. Hay dibujantes increíbles en el medio, además de pensar que sería rechazado a muerte por los típicos amargados de ‘la escena’ …puros fantasmas al final. Me sirvió mucho de inspiración el comic ‘Persépolis’, la chica iraní que lo hizo no tiene gran técnica, sin embargo, logró una obra bella y trascendente. Así que después de leer su historia y su trabajo me dije: ¿Y por qué no?.
Al hacer un podcast de Metal y Punk con un amigo, al momento de hacer unas pautas del programa, nos topábamos con biografías escasas, poco detalladas, además de aburridísimas de las bandas que nos gustaban, entonces era difícil comentar. Así que encontré un vacío gigante de info que debía llenarse de alguna manera. Con todo este material que junté y consiguiéndome los libros que han editado sobre el tema me decidí llevarlo todo a caricatura. No podía ser que desde JUCCA se haya hecho tan poco y se perdieran los comics que antes salían en todas las viejas zines. Había que renovar ideas para la gente joven y contarles lo que pasó en nuestro país de otra manera, no con la misma lata que sale siempre… las mismas estructuras de documentales, etc.”
¿Te has vuelto un referente para aquellos más jóvenes?
PC: “Estaba decepcionado de la negatividad que reina en la escena y esto fue un aire fresco tremendo para mí. No podría estar más agradecido. Hablar de referente es precipitado. Recién estoy empezando, pero me tengo fe jajajajaja. Y si, ojalas esos artistas que están ahí se atrevan una y otra vez. Replantearse ideas y formas de expresión es más necesario en estos tiempos tan oscuros y convulsionados. Le tengo terror a los memes eso sí, estandarizar el sentido del humor gráfico. Hay que sacar a la gente joven de eso.”
¿Crees que contigo se instaló una nueva comunicación de contar la historia?
PC: “Instalado por mí, jamás. Hay que recordar que existe esa posibilidad, eso sí. Es lo que quería lograr. Primero peleando contra mis demonios internos y luego para que la gente más joven entienda que no es necesario copiar a lo que hay existe, para ser aceptado en el medio.“
¿Cuánto demoraste en hacer la revista?
PC: “3 meses. Todo de una vez al mismo tiempo que trabajo mi personaje ‘el cabro chico engrupido’. El humor es un don divino de sanación.”
¿Sacaste una escena fuerte de los “Huasos Quincheros” del Golpe De Estado Cívico Militar en el comic…fue un contraste o scanner de esos tiempos?
PC: “Yo creo que ambas. Lo único que recuerdo es un Chile mamón, cobarde y demócrata cristiano que nos quería vender y a todos esos apitutados de la Dictadura, que nunca fuimos capaces de sacarlos de ahí. Hipocresía heredada de esos tiempos y que repercute hasta hoy tristemente. Para los gringos habrá sido bueno los ochenta, aquí fue nefasto.”
Alvaro Pardo: “Hicimos varias tentativas de ir a fotografiarlos realizando esa labor, lamentablemente nunca pudimos concretar nada por falta de tiempo o dinero. Un día Pancho decide realizar un comic y buscaba gente que le aportara con algún monto para hacer una inversión. Pasaron unos meses y le pregunté en que estaba la gestión del comic y me contestó que había comprado una impresora para el mismo lanzar el comic, pero el costo de cada ejemplar se había disparado mucho ya que la tinta se iba de una. Por esa razón estaba buscando la forma de modificar la impresora y ponerle alimentación continua, pero el modelo al ser tan nuevo, no tenía esa opción todavía. Fue en ese momento que dije “ya compa, deja ayudarte” y comencé a realizar varias cotizaciones a distintas empresas. Siendo algo tan simple (impresión blanco y negro en papel bond, bajo tiraje, plisado y corcheteado) pensé que no iba a ser tan caro, pero al llegar las cotizaciones nos fuimos de espalda. Los precios partían desde $600.00 hasta $1.150.000.
Así que fui un día y me di vueltas por muchos locales en San Diego preguntando y pudimos conseguir un mejor precio. Cuando le comenté a Pancho sobre esto, se alegró y dijo: ‘Ya compadre, entonces ¿Con cuanto se puede poner para sacar la revista?’ Y le dije: ‘No compadre, hagamos algo mejor: lance una preventa a un buen precio y que sean los verdaderos interesados en tener una copia del comic quienes nos permitan financiar su impresión’. Él no quería en una primera instancia, si bien tenía un alcance bastante alto con sus publicaciones en redes sociales llegando incluso a 10.000 reacciones, dudaba del éxito de realizar una campaña de ese tipo. Le dije ‘tirémonos a la piscina no más compadre, si falta algo, entre todos financiamos esa diferencia. Lo importante es que publiques tu comic y que no se pierda en una buena idea. Al par de días, Pancho hizo una viñeta publicando la preventa que fue un éxito, pese a nuestras bajas expectativas iniciales.’”
