Segunda parte y final de este relato sobre el juicio a Judas Priest, contado en la columna semanal de Yanko Tolic
McKenna demostró ante el juez y el jurado que durante el tema ‘White head, red hot’ se podía escuchar “Fuck the Lord, fuck all of you” (“A la mierda Señor, a la mierda todos”). Lo mismo sucedía con la canción que daba título al álbum, donde se oía “Sing my evil spirit” (“Canta mi espíritu malvado”) y en “Beyond the realms of death”, cuyo mensaje era “Try suicide” (“Intento de suicidio”). Ante estas pruebas y empleando el mismo método de, los guitarristas Glenn Tipton y K.K. Downing, encontraron otros posibles mensajes escondidos como “Hey, ma, my chair’s broken” (“Hey, mamá, mi silla está rota”) y “Give me a peppermint” (“Dame un caramelo de menta”) que también presentaron como pruebas de lo disparatado en que se estaba cayendo el juicio.
Al completar casi un mes, a mediados de agosto, el juez dictaminó la sentencia. A pesar de que consideraba que podía escucharse las frases, su Señoría dictaminó: “La investigación científica no demuestra que los estímulos subliminales puedan precipitar una conducta de esta magnitud”.
Por supuesto que es terrible que muera un hijo, y más en esas horribles condiciones, pero no se le puede echar la culpa a un género musical que, siempre y por ignorancia, mala fama le hayan endosado. Las declaraciones de un psicólogo también fueron importantes para que se diera tal veredicto, ya que los muchachos contaban con un amplio historial manchado: eran consumidores de droga, tenían problemas escolares y laborales y contaban con registro de delitos menores. Además, Belknap ya había tratado de quitarse la vida en ocasiones anteriores. Sin embargo, el juez otorgó $40,000 en sanciones contra la CBS.
Tras el largo proceso, los miembros de Judas Priest estaban muy dolidos: “Nadie, absolutamente nadie sabe por lo que hemos pasado. Esos abogados albergaban tanto odio hacia nosotros que, si hubiésemos perdido el caso, no habríamos encontrado el ánimo suficiente para salir nuevamente de gira”. Por su parte, Halford, solo encontraba a unos responsables directos: “Estos dos jóvenes perdieron sus vidas debido a su trágica implicación con las drogas y el alcohol, y a unas familias disfuncionales que no les prestaron la atención adecuada. Este juicio ha sido solo un intento de cargar el peso de la culpa sobre los hombros de otros”. Esa misma fue la sensación que Glenn Tipton tuvo sobre el triste suceso: “Nunca nos ha pasado por la cabeza que fuésemos responsables de estas muertes. Nunca he hablado con los padres porque no les tengo ningún tipo de simpatía, pero ellos son los únicos responsables de la educación que reciben sus hijos. Cuando se sufre una tragedia de este estilo, hay que buscar las causas más cerca de ti y no intentar culpar a la música”. Sobre la estupidez de los mensajes grabados al revés, K.K. Downing fue bastante irónico: “Si hubiésemos tenido la posibilidad de poner este tipo de mensajes en los discos en el año 1978, habría puesto que comprasen nuestros elepés o algo parecido”.
El comediante Bill Hicks se refirió al caso en sus rutinas, preguntando "¿Qué artista quiere que su audiencia muera?" Realizó una imitación de “JUDAS PRIEST”, que estaban hartos de su riqueza, poder y fama, y haciendo mensajes subliminales como una solución a sus problemas. El comediante Denis Leary también comentó que las bandas de Heavy Metal deberían poner más mensajes subliminales en sus discos: "Maten a la banda, maten a sus padres, luego mátense ustedes mismos".
¿Pero y de donde partió todo este revuelo de los mensajes subliminales?
Revisando la historia, nos encontramos con Aristóteles, explicó los umbrales de la conciencia subliminal en su "Parva Naturalia" siendo el primero en sugerir que los estímulos no percibidos de modo consciente bien podrían afectar los sueños. Aristóteles explicó en su teoría del sueño:
"Si los impulsos que tienen lugar durante el día no son demasiado fuertes y poderosos pasan inadvertidos debido a impulsos altamente despiertos. Pero mientras dormimos tiene lugar lo contrario, entonces los pequeños impulsos parecen grandes. Esto aclara lo que pasa en el sueño. Cuando sólo hay ecos débiles en sus oídos los hombres creen que se trata de algo relampagueante y extraordinario".
El estudio de la percepción subliminal volvió a finales de la década de 1950. En 1957, James Vicary, publicitario estadounidense, demostró el taquistoscopio, máquina que servía para proyectar en una pantalla mensajes invisibles que pueden ser captados por el subconsciente. Durante la proyección de una película aparecían fotogramas con el siguiente mensaje: "¿Tienes hambre? Come palomitas. ¿Tienes sed? Bebe Coca-cola". Según Vicary el resultado fue asombroso: las ventas se dispararon.
Su teoría fue recogida por el escritor Vance Packard en el libro "Las formas ocultas de la propaganda" que causó preocupación de las autoridades estadounidenses en plena Guerra Fría con la entonces Unión Soviética. Una ley prohibió el uso de publicidad subliminal y la CIA comenzó a estudiar su utilización contra sus enemigos.
Sin embargo, cuando trataron de replicar el experimento junto a Vicary, el fracaso fue completo. Cuando Vicary publicó su asombroso descubrimiento, su empresa atravesaba graves problemas económicos. En 1962, el autor reconoció públicamente que se habían manipulado los resultados:
“Yo tenía una buena idea para vender: usar los espacios de las películas para introducir mensajes comerciales sin tener que interrumpirlas. Era sólo un truco que no sabíamos si funcionaría, pero la prensa filtró el borrador de un estudio que tenía unos pocos datos que no eran significativos…”.
El último y más grande de todos los análisis científicos de esta teoría fue el metaanálisis de C. Trappery en 1996 e incluyó los resultados de veintitrés experimentos diferentes. Ninguno probó que los mensajes subliminales causen efecto de comportamiento compulsivo. Tampoco se han probado sus presuntas bondades en métodos para aprender idiomas, bajar de peso o dejar de fumar mientras se duerme. O sea, ya está bueno de creer en cosas absurdas.
Los medios de comunicación montaron un gran revuelo ante la acusación de la banda, cuando el grupo fue declarado inocente, la noticia no recibió la misma atención mediática. No era igual publicar un titular “Judas Priest son inocentes” que “El Heavy Metal puede matar”.
Mientras tanto escuchemos con tranquilidad el 4° álbum de la banda, una de las obras influyentes para el Thrash y Speed Metal, y para la Nueva Ola Del Heavy Metal Británico, con letras de ocultismo, ciencia ficción, fantasía y temas futuristas, una de sus producciones más oscuras. Basándose en sus letras, el director de arte de CBS, Roslav Szaybo, creó su nuevo y más conocido logotipo pintado originalmente de color gris para resaltarlo del fondo de la portada. Junto con este, Szaybo esculpió una cabeza metálica, que posee una mancha en el ojo y parte del rostro que según él representa la corrupción del hombre. A su vez esta es penetrada por un láser a la altura del cráneo, que representa el juicio a la tiranía de aquella clase manchada.