Nuevamente Yanko Tolic nos trae un capitulo de la historia del Rock y el Metal, mostrándonos el camino recorrido por antiguas bandas. En esta ocasión leeremos sobre el juicio a Judas Priest.
Raymon se detuvo, cogió una escopeta de calibre 12 bajo su propia barbilla y se hizo un disparo levantando la tapa de sus sesos eficazmente. A continuación, James cogió el arma que acababa de utilizar su amigo para seguirle los pasos, pero la suerte le jugó una mala pasada y la bala le destrozó la estructura ósea del cráneo y parte del lóbulo derecho sin llegar a causarle la muerte. Prácticamente se voló la mandíbula, la nariz y la boca. Su rostro quedó desfigurado y no fallecería hasta tres años después como consecuencia de la medicación que debía de llevar para tratar sus lesiones y las múltiples operaciones a las que fue sometido.
Raymond Belknap, de 18 años, y James Vance, de 20, eran vecinos de Reno (Nevada) y decidieron el 23 de diciembre de 1985 dispararse en la cabeza con una escopeta en el patio de recreo en una iglesia luterana en Reno.
¿La culpa fue de las armas?, ¿del alcohol?, ¿de las drogas?, ¿familia disfuncional?, ¿depresiones mal tratadas?, ¿fracaso escolar?, ¿problemas laborales? o ¿Una sociedad enferma en un mundo enfermo?
¡No señores!
¡La culpa era de “JUDAS PRIEST”!
Eso fue lo que afirmó James Vance, a los días después del intento de suicidio frustrado: “Creo que el alcohol y la música Heavy Metal, como Judas Priest, nos impulsó, o incluso nos “hipnotizó”, para creer que “la respuesta a la vida era la muerte”.
Y argumentando el motivo que los llevó a quitarse la vida, Vance citó las letras de las canciones del álbum “Stained class” (1978) de Judas Priest, el disco que estaban escuchando por más de 6 horas antes de sumergirse en la posterior tragedia. Los familiares de ellos decidieron poner el caso del suicidio en manos del abogado Ken McKenna, conocido por ser brutalmente duro y decidieron demandar a la banda y al sello CBS, ya que era su compañía de discos, exigiendo una indemnización de nada menos que 6,2 millones de dólares.
¿Qué pasó?
Vamos por parte, la demanda estaba centrada en la idea que el disco contenía mensajes subliminales de forma oculta. Partieron con el tema “Heroes end”, cuya letra dice:
“Why do you have to die to be a hero?
(“¿Por qué tienes que morir para ser un héroe?)
“It’s a shame a legend big as the would sin”
(Es una lástima que una leyenda tan grande pecase”).
Suena ridículo, pero así fue su ofensiva en los tribunales. Pero, este argumento duró menos que el sueldo de un thrasher recién pagado un viernes por la noche en un Bar Metalero, porque sencillamente estaban en Estados Unidos y estas letras, están protegidas por la Primera Enmienda de la Constitución, adoptada el 15 de diciembre de 1791 que menciona a la libertad de expresión. (freedom of speech). Jaque.
El abogado no se rindió e investigó donde pudiese arrastrar al banquillo de acusado a los dioses del Metal. Entendió que sus esfuerzos le darían frutos. No iba a dejar pasar que un posible jugoso cheque llegara a sus bolsillos. Escuchando una y otra vez el disco, llegó a la conclusión que existían mensajes o señales diseñados para pasar por debajo de los límites normales de la percepción. Inaudible para la mente consciente pero audible para la mente inconsciente o profunda. Cabe destacar de todas maneras que un consenso casi total entre psicólogos e investigadores es que se llegó a la conclusión de que los mensajes subliminales no producen un efecto poderoso ni duradero en el comportamiento, a no ser que estos estén presentes en la vida de las personas de forma excesiva. Así que, a no temer por esas voces que escuchan algunos en sus mentes. (Broma intelectual).
En verano de 1990, la banda tuvo que forzosamente cancelar sus presentaciones y entrar en los tribunales. El proceso comenzó el 16 de julio. La primera evidencia que el abogado McKenna encontró para defender su acusación se basaba en el “Better by you better than me”.
You could find a way to ease my passion
(Podrías encontrar una forma de aliviar mi pasión)
You listen to the blood flow in my veins
(Escuchas la sangre fluir en mis venas)
You hear the teaching of the wind
(Escuchas la enseñanza del viento)
Tell her why I'm alive within
(Dile por qué estoy vivo dentro)
I can't find the words, my mind is dead
(No puedo encontrar las palabras, mi mente está muerta)
Divertidamente ni siquiera era una composición original de la banda, sino de la banda británica de Hard y Rock Progresivo, Spooky Tooth, escrita por Gary Wright para su segundo disco de estudio “Spooky Two” de 1969. La CBS Records pidió que se incluyera este tema más comercial para amenizar un disco con el que la mayoría de las canciones les parecía un tono muy oscuro y siniestro, pero no importaba. Fue el tema que reforzó el suicidio de los jóvenes, que habían pactado, al seguir escuetos mensajes ocultos que se encontraban en la grabación de este o todos los temas del disco. “Mandatorios” con gritos y voces que aparecían y desaparecían conminando a detonar su decisión.
Rob Halford, se defendió en el estrado que solo eran técnicas de adornos con respiraciones profundas para enriquecer su forma de vocalización y así tener un sello que le distinguiera de los demás vocalistas de las otras bandas. James Guthrie, quien produjo, explico estos sonidos vocales: “Es difícil de describir, pero son una especie de efectos sonoros que se escuchan entre líneas y que forman parte de la actuación de un cantante de Rock. No es un fenómeno anormal, ya que Elvis Presley basó su carrera artística en esa misma técnica”.
Con estas explicaciones tan sólidas, McKenna, el abogado no se dio por vencido y recurrió a encontrar mensajes subliminales reproduciendo el álbum al revés. (En esta parte de la Historia me acuerdo del revuelo de la cantante brasileña “XUXA” y el descubrimiento del “escalofriante mensaje diabólico” de su canción tocada al revés “La Danza de XUXA” que aparentemente gritaba “El diablo es magnífico”. Esto provocó bastante revuelo en Chile, y hasta el vestuario de Xuxa comenzó a ser cuestionado. Estaba en formato cassette y ni siquiera lo había cantado ella, porque no dominaba el español. Así tenían de ignorante a Chile antes, bueno ahora no lo es tanto tampoco.)