“Ultimate Revenge” o el “Combat Tour” es el tema central de esta semana teniendo como protagonistas a Venom, Slayer y Exodus en un capítulo más de la columna semanal de Yanko Tolic.
La historia del Thrash Metal está llena de episodios cruciales, muchos de los cuales se han perdido a lo largo del tiempo, mientras que de otros apenas nos quedan testimonios fragmentarios. Sea como sea, la verdad, es que no todos obtienen el llamarse acontecimientos importantes, es decir, aquellos que dejaron una huella significativa e hicieron que el mundo de la música extrema sea tal como lo conocemos ahora.
En el año 1985 las bandas Exodus, Slayer y Venom emprendieron la idea de girar todos juntos en una expedición llamada “Ultimate Revenge” (“La Ultima Venganza”).
La idea la manejó el mánager Eric Cook y el abogado estadounidense de Venom.
Slayer en ese momento pertenecía a Metal Blade Records (Ni asomo de trabajar con Rick Rubin o que algún día saldría su álbum Reign In Blood), junto a Exodus eran amigos de la infancia y para las dos bandas tocar junto a Venom era todo un honor por ser sus héroes (En la actualidad han dicho con emoción que todavía lo son). Los estragos como era lógico ocurrían cada noche, ya que salían de parranda, bebían mucha cerveza y sin lugar a duda, escuchar el tema “Black Metal” cada noche era algo increíble.
Mantas, el guitarrista de Venom, había contraído varicela, según decían y para que la banda funcionara sus sustitutos fueron Les Cheetan de Avenger y Dave Irwin, guitarrista de Fist, quienes teniendo que ensayar las noches previas, cada uno se aprendió la mitad de las bases de las canciones y después se la enseñaba al otro, así rápidamente se ilustraron del repertorio “venenoso”.
Al principio los chicos de Slayer y Exodus estaban impresionados con el aporte de la gente que manejaba Venom. Ante ellos y desde el primer espectáculo llegaron con un auto, un furgón, un camión U-Haul, un camión Diesel para cargar y dos buses turísticos. Si antes eran fanáticos de Venom, ahora los amaban. Esto era mejor de lo que habían visto para tocar en sus vidas hasta el momento.
La gente respondía en los conciertos pese a no ser lugares grandes, pero a poco andar el furgón empezó a echar humo por todos lados cual dragón de Power Metal. Al pasar las esquinas con gente esperando los semáforos, todos gritaban desde los vehículos hacia la furgoneta: ¡Mátenlos a todos! ¡mátenlos! Y seguidamente al pasar, el gentío quedaba tosiendo envuelta en una nube de humo.
Poco a poco los vehículos por los costos no podían llenar los estanques a tope, así que muchas veces llegaban con la fe al próximo lugar del concierto.
En algunas de esas paradas, determinados músicos y el staff salían a vender entradas a la calle por su cuenta, para atraer público. En algún momento tuvieron que empujar vehículos. El ambiente era de camaradería, a todos les gustaba estar con Conrad Thomas Lant, más conocido como Cronos, bajista y vocalista de Venom ya que era muy divertido con quien pasar el rato.
Cuando uno de los vehículos presentó problemas, para aliviar la carga, algunos pasaron al mini bus turístico de uno de los encargados de la gira, al ver que estaba sucio con comida y bebida manchadas por todas partes. Eric Cook dijo: - ¡Esto es repugnante por la mierda! El mánager de la gira dijo: "no, eso es metal". De todos modos, al llegar al concierto todos bajaron afuera, y se pusieron a conversar. En un momento, se dan cuenta que Eric no estaba con ellos, miran hacia atrás y Eric no había alcanzado a llegar al baño y tuvo la solución inmediata de cagar en el asiento del chofer. El mismo mánager de la gira dijo: - ¡Esto es repugnante por la mierda!¡ y alguien le contestó de más atrás: ¡Naaaah, eso es Heavy Metal!
Otra historia que ocurrió fue cuando tuvieron un largo viaje de Winnipeg a Toronto, y no tuvieron hotel en cinco días, nadie se bañó, estaban sucios. Al llegar a Toronto se dirigieron donde tocarían, pero como no tenían dónde ir y no tenían dinero para un hotel, el propietario del club al verlos tan acabados le dijo que podían beber lo que quisieran y que podían dormir en el ático. No había cama, pero era limpio. Se arrojaron a dormir en el piso, sintiéndose como en casa.
Mientras tanto Dave Lombardo fue al pequeño baño que disponían y se quedó dormido del agotamiento. Jeff Hanneman al ver que algo andaba mal procedió a echar abajo la puerta ya que Lombardo no respondía las preguntas. Al final se da cuenta que solo tenía que abrir normalmente, pero ya la puerta estaba en el suelo. Cargó a Lombardo y en el trayecto al ático se tropezaron cayendo los dos al suelo.
Al otro día, Lombardo despertó con el desayuno en sus bolsillos. Le habían fabricado una almohada con un montón de panqueques.
Hanneman lo saludó y le dijo: -Estuviste muy divertido anoche.
Lombardo preguntó: ¡Estaba con los pantalones abajo?, ¿o me los bajaron?
-No, no nada de eso, respondió Hanneman y le contó todo como había sido. Desde entonces desde ese día para Lombardo, Hanneman pasó a ser su héroe.
Venom se habían presentado como malvados ante todos, pero en realidad era solo un montón de locos como todos amantes del Metal Extremo.
A los demás les llamaba la atención que Abaddon, llegara a tener hasta tres filas más de tons (timbales) que los bateristas normales. Además de usar todo un grupo de ventiladores detrás de él.
Al final llegaron a tocar en la famosa Discotheque Studio 54 donde se había grabado las escenas de Jhon Travolta bailando en la película Saturday Night Fever.
Ese fue definitivamente el final de la era de la Onda Disco y el comienzo de la era del Thrash Metal. Célebre es la imagen quemándose de esa película al empezar el video que para muchos era conocido como el “Combat Tour” y se volvió una clase magistral para ser imitada de como tenían que ser los conciertos en el mundo. Aquí en Chile, apenas llegó en formato VHS se pirateó con una velocidad thrahera abismante. Animaba nuestras noches viéndolo acompañados de decenas de cervezas. Una de las primeras imágenes donde los thrashers gritan ante las cámaras aparece un caballero de edad asustado al principio por la actitud de los jóvenes (minuto: 1.18), pero a los segundos después se le muestra gritando junto con ellos (minuto 1:35). Siempre me río con esa escena.