El Exorcista es el tema que hoy toca Yanko Tolic en su columna semanal.
Si hay un filme que amamos los thrashers es este, la experiencia a mis 13 años viéndola en un cine repleto totalmente asustado, disfrutando como sus descalabros psíquicos que en cualquier momento se aparecían entre los espectadores, desatados en vómitos, descomposturas, histeria de gritos salvajes (una dama a mi lado me perforó los tímpanos toda la proyección). Gente con pinta ultracatólica retirándose turbada y recordándome a Freud y sus hermosas teorías ancestrales de creencias clandestinas en demonios, brujas o ángeles sin poder ser arrancadas con violencia del ser humano, reprimidas en el inconsciente que en un plano de la racionalidad se supone que se eliminan.
Los comentarios de los/as asistentes a la sala del cine en los costados o detrás mío era de antología: ¡esto es voyerismo para enfermos!, ¡Sadismo puro!, ¡ofensa religiosa!, ¡pero que perversidad María Pía!, ¿te fijaste como le salió quedo el cura con el vómito verde? Y otras observaciones que acompañaban a las escenas.
Cuando pensaban que lo habían visto todo, venia otra escena de mayor intensidad y los comentarios igual.
La película dirigida por William Friedkin, 1973 era magnífica. Su música era una obra maestra a cargo de Mike Olfield y su "Tubular Bells" ("Campanas Tubulares"), que empezaba con una hipnótica línea suave de tecla menor en 15/8, finalmente reproducida textualmente por órgano y un instrumento de percusión idiófono llamado glockenspiel. Fue seleccionada como intro por la banda “Possessed para abrir su inmortal “Seven Churches” (1985), cuyo título del álbum se refiere a las Siete iglesias de Asia mencionadas en el Libro de Apocalipsis y que significó ser una de las grabaciones imprescindibles que escuchábamos todas las bandas que tocamos en el primer “Death Metal Holocaust” ese año.
Pero siempre imaginé esa película con escenas acompañadas de pasajes de temas soberbios de bandas de metal que comenzaron en los 70 como Judas Priest, Budgie, AngelWith o Motorhead.
Sin embargo, con el tiempo supe que, si tenía una música de terror en un estilo más incidental y concreto, a cargo del compositor argentino Lalo Shifrin que destelló en el primer trailer de la película, pero la mezcla de las escenas con la película provocó una despiadada reacción del público en contra, asustando a las personas y dejándolas tan mal que terminaban con arcadas y mareos incluidos. (Pueden buscar ese tráiler para darse un gusto personal).
Loes ejecutivos de Warner Brothers pidieron pistas sonoras menos dramáticas y más suaves al director Friedkin, pero éste aprovechando la ocasión, y por incidentes pasados con Shifrin, se vengó cambiándolo por Olfield. (En todos lados hay cosas así, no solo en Chile).
La música que Shifrin compuso puede ser fácilmente tocadas como intros o dar atmosferas para bandas de Black y Death Metal.
La búsqueda para el papel de Regan como la niña poseída fue bastante duro. Cuando la entrevistaron, Linda Blair tenía sólo 12 años. (Hoy no se podría hacer) Su director (que lo cuenta en su libro posterior) requería ratificar de que Blair podría manejar las grabaciones más escabrosas del papel, le preguntó:
F - ¿Has leido El exorcista?
B -Si
F - ¿De qué trata?
B - De una niña poseída por el diablo que hace un montón de cosas feas.
F - ¿Qué clase de cosas feas?
B -Tira un hombre por la ventana y se masturba con un crucifijo y...
F - ¿Y eso qué significa?
B - ¿Masturbarse? Pues algo así como hacerse una paja, ¿no?
F -Si. ¿Y tú sabes que se siente?
B - Si claro
F - ¿Lo haces?
B -Si. ¿Tú no?
Contratada.
En su intento de crear una película de terror genuina, el director solicitó que la habitación de Regan, estuviera en una cámara frigorífica y eso quedó muy bien reflejado en los rostros de los actores. El vaho salía de sus bocas al hablar era totalmente real.
Friedkin no dudó en pedirle a la niña que abofeteara de verdad a Ellen Burstyn (actriz que encarnó a la madre) para que le doliera de verdad. Asimismo, dicen que Friedkin quería que tanto el reparto como el equipo estuvieran asustados, por lo que se dedicó a pegar tiros para atemorizarlos.
“El Exorcista” está basada en una historia real; una historia que conoció William Peter Blatty sobre un joven estudiante de la Universidad de Georgetown que fue poseído y exorcizado por un sacerdote local. De ahí surgiría la novela, y el escritor convenció a William para convertirla en una película de terror.
¿Has leído el libro? Me preguntó un amigo.
No, respondí.
Llévalo, es peor que la película.
Mi cuarto estaba ambientado para leer algo así, lo que sin duda potenció y acompañó con imágenes fantasmagóricas y satánicas toda su lectura. Hasta imaginé que se podían mover objetos en él o que mi guitarra empezara a tocar sola.
Lo devoré en dos días.
Al devolver a mi amigo me dijo: Eres el cuarto thrasher que se lo presto en menos de dos semanas y tengo tres más en la lista de espera. Iba de mano en mano a velocidad como cualquier tema chacal de banda chilena que ya sonaba en esos tiempos pretéritos.
El primer día de rodaje fallecieron tres personas: el abuelo de Linda Blair, el hermano de Max Von Sydow (padre Merrin), y el hijo, de un solo día de vida, del regidor. Todas las muertes se sucedieron a la misma hora.
Pero aún hay más. El estudio de la Warner se incendió tres veces, por lo que se recurrió a la bendición de Thomas V. Bermingham, un sacerdote. Luego se sucedieron una serie de extrañas muertes, añadidas a las del primer día de rodaje: el vigilante de los estudios, el actor Jack McGowran, que interpretaba a Burke Dennings y en la película era asesinado a manos del demonio. En la vida real falleció por una extraña “gripe”. También el hijo de Jasón Miller (padre Karras) muere atropellado por una moto, decapitándolo. El propio Jasón sufriría un ataque al corazón, causándole la muerte, el mismo día que se reestrenaba la película “El exorcista (el corte del director)”. Dicen que del equipo técnico murieron varias personas.
El 2 de abril de 1975, la película se adaptó a una obra de teatro. La actriz protagonista que representó a Regan recibió ovaciones por su sublime interpretación. Al día siguiente la encontraron muerta en su habitación, con los brazos en cruz y rodeada de regurgitación. No sé sabe qué ocurrió.
A Linda Blair no le fue mejor, su fama creció, pero también el peligro. Por esta razón, la productora Warner Bros. contrató protección para ella y su familia durante seis meses, las amenazas no cesaron por lo que la familia tuvo que encontrar refugio en casas de amigos.
La famosa escena de la llegada del padre Merrin a la casa y parado bajo la luz de una farola (empleada en el póster promocional), fue filmada el primer día de rodaje y, además, está inspirada en el cuadro Empire of Light (“L’Empire des lumières”) de René Magritte pintado en 1954.
Película preferida de Toma Araya y 100% recomendable para verla a todo volumen!
