Relatos de tiempos pretéritos que forjaron la escena metalera como la conocemos ahora. Esta es la historia de Yanko Tolic y el Death Metal Holocaust I
Nos convertimos en trio, quedamos con ALFREDO TORRES en guitarra, MAURICIO YAÑEZ de batero, yo me hice cargo de tocar el bajo. A mi casa familiar ubicada en Carmen 1985, en Santiago Centro, llegaron muchos amigos que asistían vernos ensayar. Uno de ellos NANO CHACÓN quien tocó en “TURBO” en esa época me apoyó prestándome un bajo de su colección. Un día llega apurado y dice que le falto una banda, que, si estamos interesados en tocar, contestamos afirmativamente. Ese mismo sábado tocamos en la Sala Lautaro y a la semana siguiente en el Manuel Plaza, luego en la Discotheque Klimax donde se grabó un live que circulo mucho por Santiago, el escritor FABIO SALAS nos invitó a tocar a la sede de artes de la Universidad de Chile y posteriormente tocamos en la “FONDA ROCK” del Parque Arauco en las Condes y en un local llamado “YAZUOKA”.
Para cierta parte del público era atrayente ver una banda que por primera vez todos sus integrantes se vestían de negro, nos acompañábamos con espadas, velas, candelabros y una calavera. Fuera de eso nos presentábamos con cruces invertidas y desde la FONDA ROCK sumamos a DIEGO PIJOAN como personaje bautizado como “BESTIAL FUCKER” quien nos acompañaba con actos de fuego y ciertas acciones que se podían catalogar como misa negra. Dentro de su locura se le iba la mano y cometió excesos que nos trajo bastantes problemas como narices rotas y agresiones entre la banda y los asistentes a los conciertos que terminaron en peleas. De todas maneras, eso forjaba una publicidad que atraía a más gente joven a vernos tocar y esperar que imprudencia iba a ocurrir.
Eso se convirtió en una herramienta de lucha frente a las iglesias que en ese tiempo se configuraban como espacios de poder con el derecho a vetar todo lo que no estuviera de acuerdo con sus principios. Celebre fueron visitas de pastores evangélicos a nuestra dirección para predicarnos lo errado que estábamos del camino elegido.
Ciertamente fueron pocas veces los eventos en los que pudimos terminar el show completo. Éramos cortados por lo general al tercer tema. Tengo vivas imágenes mentales de músicos de otras bandas que nos arruinaban el sonido, nos miraban con disgusto al profesar su fe cristiana, se tapaban los oídos mientras tocábamos o simplemente se mofaban opinando que nunca llegaríamos a nada con nuestra propuesta.
Daba lo mismo, ya estábamos con la firme certeza que debíamos cementar un movimiento. ¿Pero y las bandas? ahí estaba el problema. No había escena. Fuera de juntarse algunos en las disquerías o mercados persas, asistir a nuestros ensayos. No existían bandas. Ya que el siguiente paso era empezar a organizar mis propios conciertos con “MASSACRE”, aburridos de las experiencias que teníamos hasta el momento. Fue en nuestra sala de ensayo que empiezo a dar la idea a amigos que nos acompañaban a vernos tocar. Algunos ya estaban iniciándose en los instrumentos y los que no tenían esa cualidad podían ser vocalistas. Había que prepararse y es así como por medio de algunas recomendaciones llego a un lugar que se hacían fiestas y algunos conciertos de rock. Era un sindicato de taxistas ubicado en la calle Los Aguiluchos esquina Holanda.
Me entrevisté con la señora quien le explicamos que tocábamos POP LATINO y que llevaríamos un público mayoritariamente joven. Aboné la mitad de lo acordado quedando de pagar la cantidad restante al llegar la jornada del recital. La fecha sería el sábado 28 de diciembre de 1985…
