Demonath Tama es la protagonista de la columna de Yanko Tolic, esta semana. Un personaje conocido del norte de Chile que de primera mano relata parte de la historia del Metal en Calama y sus alrededores.
No recuerdo bien el año en que llegué a estas tierras de sol y cobre, pero debe haber sido como el 91…
¡La historia es más larga!, pero a modo resumido, podría contarte que luego de un retorno de mi familia a Chile, post dictadura, tras un paso por Santiago y conocer algo de la escena ya posicionada, donde las visitas al paseo Las Palmas fueron un clásico, con la mítica tienda Rockshop, donde comprábamos las primeras poleras, posters y música, el intercambio de casetes y toda esa magia de la época de los walkman, pantalones rasgados y zapatillas blancas.
Mi hermano mayor, un Thrasher muy anarko en esos tiempos, me influenció mucho en la música, aunque yo más calleja tenía amigos punk que también marcaron en mis gustos musicales.
Por cosas de la vida nos trasladamos al norte de Chile, específicamente al campamento minero de Chuquicamata.
Aquí llega esta humilde servidora, con cabeza rapada y un par de botas de milico (con claras tendencias punk rock, ¡un escándalo para la época! Y más aun siendo mujer) sin conocer a nadie en el nuevo pueblo y con una mochila con cintas de Punk, Rock y Thrash. Me encontré con un mundo marcado y dividido en clases sociales, donde claramente yo no encajaba. Llegué a un colegio de “roles A” a pesar de que mi madre no era de Codelco, pero tenía una tienda y taller de arte “El sucucho” en Chuquicamata. (los Chuquicamatinos que lean esto recordarán).
Las clases sociales en Chuquicamata eran divididas en roles A y B y C es decir, rol A si eras supervisor o rol B si eras empleado y C si eras Obrero, esto se dividía en todo aspecto, en el tipo de casa o villa en la que vivías, clubes sociales, colegios, etc. Recordemos que esto venía de los gringos con sus divisiones sociales y privilegios para las cabezas de la empresa, de ahí venían también los pagos con fichas para las compras en las pulperías en tiempos anteriores… de eso es de lo que les hablo un pueblo con un Sistema Clasista Total. En fin, yo llegué a casa de rol A y colegio de supervisores… y como te contaba, con toda la onda que traía claramente ¡¡¡No encajaba!!!
Mi sorpresa fue tal, cuando a los pocos días de haber llegado a este peculiar campamento, golpearon la puerta de casa para conocer a este nuevo personaje recién llegado al pueblo, con la intención de saber si traía música nueva que mostrar, ya se había corrido la voz que la prima del Dabek también escuchaba Rock y más, y así comenzó la historia... (mi hermano mayor y mis primos que vivían en Chuqui, eran músicos Rockeros y Thrashers y no puedo no nombrar a mi vecina, de las primeras amigas que conocí en Chuqui y que aún conservo aunque esté en Londres y venga poco a verme, la Paula Vera - Hoy conocida como Choly Quispe- quien venía llegando de intercambio en Londres con todo el Punk y la mala junta, entonces, así fue como el diablo nos juntó y siguió la historia…
Una mezcla de amistades influenciadas por distintas tendencias musicales desde los clásicos del Rock hasta lo más pesado de la época. En Chuqui encontré varios amigos coleccionistas de música y vinilos que traían lo último de música de sus intercambios estudiantiles al extranjero (recordemos que había recursos en Chuquicamata) lo bueno es que te grababan en casete de cromo las copias (con papas fritas y todo) a cambio de algo nuevo.
Para seguir sorprendiéndome, encontré grandes amigos que aún conservo que tenían sus fanzines, sus bandas o simplemente tocaban, Rodrigo Vargas (músico de los ex Gangrenous y hoy Cadavermis V región) quien en esos años tenía la Makana & Fatal Puke` Zine en Chuqui, Roberto Rivera (quien nos dejó hace varios años) quien hacía la Tanathos, y como no nombrar a otros personajes de Chuqui como Rodrigo Vikingo Salas a quien conocí en esos años (cuando era flaco) y quien tocara en Rajavana hasta antes de dejarnos. Todos ellos fueron gestores de toda esta historia metalera nortina. Ya en esos años tocaban con sus primeras bandas y hacían sonar el norte con sus estruendos y guitarras afiladas.
Ya se formaba la escena por estas tierras a pulso, revistas con vísceras y muchas ganas de contarla y hacerla, donde era todo a máquina de escribir y dibujos a mano, entrevistas vía correo con el acontecer metalero chileno y extranjero. Luego las tocatas que se armaban con lo que había, con amplificaciones precarias y puro corazón… Las recordadas primeras tocatas en Chuqui en club de rayuela, teatro sindical, y al lado del Pullman donde sonaban los primeros acordes infernales de estas tierras, con bandas de liceo y muchos covers, pero también se componía lo propio. Ya comenzaban a armarse las primeras bandas de quienes hoy siguen tocando en el norte y en distintas ciudades de nuestro país.
Luego mi familia se traslada a vivir a Calama, a 16km de Chuquicamata. La realidad es distante a la “burbuja de Chuqui” Las diferencias sociales son marcadas para la gente que no contaba con el amparo Codelco. ¡Y Claro! En Calama había mucho más que conocer… Los thrashers se juntaban en la clásica esquina del banco BCI frente al kiosko del “Jaffy” (Chascón reconocido de la época) Claro estaba que a esta punketa no la inflaron para nada, pero sí, fueron amigos de mi hermano y terminamos todos de amigos al final y así mi casa se convirtió en el punto de encuentro para ensayos, carretes y tertulias musicales, nos juntábamos a tomar cervezas y ver videos recién llegados (los Combat, los Sepultura recién salidos del infierno, los infaltables clásicos de siempre, y todo lo último que iba llegando)
En Calama la escena ya estaba consolidada… los pioneros Metalmorfosis, Invert Cross, Slow Death, Putrefaction, Dark God, Bruma, Letargi, y más… sus sonidos ya marcaban a esta tierra históricamente metalera.
Tocatas míticas nos quedan en la retina. Cuenta la leyenda que la primera tocata en Calama fue por ahí por el 89 en Grecia, en un local, antes cahuín, que se consiguió gratis el Alex “Cumey” quien tocó en Metalmorfosis y hoy es guitarra y líder de Avad-dohn. Aquí tocaron los Metalmorfosis, los Invert Cross y no están claras las otras bandas, a punta de amplificadores conseguidos, terminaron haciendo una vaca para poder pagar a la dueña del local los gastos de luz que les cobró tras darse cuenta de que había prestado el local para estos chascones desordenaos tirados pa satánicos que fueron a meter bulla infernal.
Esto fue el comienzo de todo, ya se había tomado el gustillo y no tardaron en aparecer tocatas metaleras en la ciudad. Las tocatas “Morbid Sabbath” (91) y “Bestial Noise” marcaron el camino… ya no había vuelta atrás, el Norte ardía. Revistas locales circulaban entre los bangers sedientos de más conocimiento y de contar lo que estaba pasando en Calama. He tratado de rescatar el material de la “Sepulcral Blasphemy”, revista que gestó el Giovanni Rivera (“Dark God” y “Demencia”) pero el material está perdido… aquí si los flyers de la época.
Llegado el tiempo universitario me voy de Calama… diseño en Antofa, Artes en Valpo, vuelvo a Santiago y pasan varios años de ausencia en estas tierras hasta que, junto a Gustavo, mi compañero del camino y de mil batallas, volvemos a Calama en busca de nuevos rumbos (Gustavo sonidista y músico yo en las artes, una dupla ganadora!!!)
Por el 2002 nos instalamos en Calama con una tienda de Rock y Metal “Sarcófago”. Donde nos juntábamos, a ver videos, hablar de música y a planificar tocatas, a weviar más que a hacer dinero.
La escena no había parado en todos esos años de ausencia.
¡¡¡Se había profesionalizado más la cosa, todo sonaba mejor!!!
Gran época del metal Calameño, donde unos años antes, dentro de los hitos importantes en la escena, el “Lagarto” logra ganar fondos concursables (Fondart) y arma una producción impensada, con grabación de bandas calameñas en el compilado Estruendos del Metal sobre Calama.
En este compilado logra reunir 5 de las bandas más influyentes de ese momento en Calama, Imperio (Heavy Power Metal), Demencia (banda con cortes más Thrash), Vulgar (Death Metal), Bruma (Death Metal Técnico) e Invert Cross siendo estos de los primeros en incursionar en el Black Metal calameño.
Por otro lado, el Roberto Copa, hoy “Iquisa Producciones”, había hecho de las suyas armando tocatas con mayor producción, trayendo bandas de renombre.
Para el 2003 aprox. Nuestra tienda ya era punto de encuentro para los bangers y nos unimos a “Cuerdas de Acero” (tienda de música rock metal de Calama, del clásico Javier Mancilla vocalista de “Imperio”). Así formamos alianza y todo prende nuevamente.
Junto a Gustavo y con apoyo de Mauricio Bruma (dos de los músicos pioneros de Calama (“Dark God” y “Bruma”) comenzamos a retomar el tema de producciones locales, realizando tocatas en la CUT, en el American pub, parcelas, donde se podía en realidad, potenciando a los talentos locales y de la región.
Debo mencionar que en Calama siempre ha sido difícil, hasta el día de hoy, el tema de locales para producciones, son escasos los espacios.