De espíritu inquieto, las nuevas creaciones de Michel Garrido o mejor dicho Garrido se van sumando a la historia de la música, agregando en 2021 el LP “Güiña”.
Desde los universos sonoros de la exploración musical llega a mis manos el último trabajo del ya legendario Michel Garrido, ex- Necrodead y Bachelor, la 4° entrega en estudio de su etapa como solista, en la cual se ha denominado Michel Garrido band, Michel Garrido o simplemente "Garrido" como esta vez, apelando a las libertades que este formato artístico permite.
Referente a la producción musical del disco éste fue grabado en 2 locaciones principales: El estudio "Attic" en Santiago de Chile a cargo de Marco Cusatto y estudios "Zanessi" en Mendoza, Argentina, sesión a cargo de Marco Alcaraz.
En la ejecución e interpretación participan:
- Michel Garrido: Voces, guitarras, bajos
- Fredy Ayala: Batería
- Javier Torres: Batería
- Mauricio Muñoz: Piano
- Mauricio Negrón: Bajo
- Luis Maldonado: Guitarra
- Nicolás Reinoso: Acordeón
- Esteban Valenzuela: Clarinete y Saxofón
- Marco Cussato: Voz y guitarras
- Arturo Poyanco: Percusión
El arte del disco nos presenta un formato clásico jewel case con librillo de 8 caras y estuvo a cargo de Álvaro Pardo en las fotografías y Marcelo Vivallo en el diseño, llama la atención la portada con una gran pirámide y dos siluetas pululando por aquél onírico lugar (un pajarillo me contó que era Michel y su hija) lo que hace de un instante personal y familiar un instante trascendente, ¡bien ahí!
Libertad artística es lo que primero aflora al chequear el 1er track, bautizado como "Canción N° 89 en Em", una pista que nos deja en claro intuitivamente lo que vendrá a continuación, que será un viaje en el cual no habrá estereotipos musicales y la fusión será constante. El tema parte con riffs que evocan la vieja escuela del Thrash chileno y luego se desarrolla en armonías menores y tritónicas, para después caer (o elevarse) en arreglos de sonidos e instrumentos que nos evocan la música de allende los andes, interesante pieza muy desarrollada en cuanto a los detalles y atildada propuesta para comenzar porque deja al oyente con mucha curiosidad por lo que viene a continuación.
"Pihuelo" se nos presenta con una suave progresión de acordes ascendentes ejecutada con una acústica folk, para ser tomada por un beat de batería junto con la voz, lo que inmediatamente evoca un ambiente de post metal o de rock acústico, hay un interesante trabajo de percusión detrás lo que logra momentos a ratos paisajísticos. El tratamiento de la voz va afirmando todo el cuadro musical, la pieza sigue desarrollándose en armonías mayores dando un tono esperanzador y a la vez melancólico, el piano acompaña certero y hay un solo de guitarra de don Luis Maldonado con fraseos progresivos que completa y reafirma la intención del tema, un tema para "escuchar" (los melómanos sabrán a lo que me refiero).
Con una progresión similar principia "Habitante", una versión de esta canción original de Daniel Melero, músico y productor argentino de gran trayectoria que trabajó codo a codo con todo lo que fue Cerati y Soda, y que al ser contactado para autorizar este cover, dijo amablemente: "maravichooso, vo' grabá lo que quieráh loco", ésa es la actitud! Se deja escuchar aquí la buena influencia, la elección de la instrumentación y el porqué de producir el disco en parte allá, es la noción del rock sudamericano y sin fronteras, de Melero qué le voy a decir, escuche ud. "Dinamo" de Stéreo y sabrá de quién se habla, buenísima versión, captura lo introspectivo y auto-revisionista de la canción.
Fa menor y La menor nos dan la bienvenida a este tema, "Hiel", como presagiando que lo que se dirá será serio, confesional y visceral, y los acordes no se equivocaron. Manteniendo la eléctrica y acústica al unísono, -sonoridad que viene desde mucho en Necrodead, bien allí, soy testigo- junto a la instrumentación que se desarrolla incorporando un saxo que se nos había presentado hace un rato ya en el disco, el protagonista de esta historia está ante un gran confesionario, quizá sólo sea un espejo, aunque dicen que como confesionario ¿es el peor, o el mejor? pista para escuchar en casa y con ese yo retador, exigente y punitivo que lleva cada uno.
"Dos cosas", el quinto corte, tiene también una historia similar a "Habitante", es decir, también es un cover, esta vez de una antigua banda de Marco Cusatto llamada Capital, una especie de resurrección del tema para ser escuchado ahora por las nuevas generaciones. Con un beat muy latinoamericano dentro del rock, también va usando la combinación eléctrica/acústica al unísono y a partir de acordes simples va desarrollándose y convirtiéndose por lo pegajoso del riff y la línea vocal en uno de los singles, de hecho, se lanzó un clip promocional de este tema, de muy buena factura. La propuesta lírica muestra una visión personal, pero a la vez desafiante de aspectos existenciales, cantada a dúo por Michel y Marco, quién además interpreta un arreglo en slide guitar que resulta una característica fundamental de la canción. Como single es acertada elección por lo melódico y recordable de él.
Llegamos al tema "Puqueldón", en clave de puro y absoluto rock 'n' roll muestra una propuesta más lúdica en lo musical y en lo lírico, a veces rozando el humor, pero sin dejar de decir cosas en serio. Progresiones ascendentes y descendentes e instrumentos muy tradicionales como el acordeón nos van evocando paisajes sureños y manteniendo de lo más entretenidos mientras se desarrolla diría yo relajadamente la pieza. Resulta una ejecución muy natural y demuestra que se trabajó con músicos con mucha experiencia y rock en el cuerpo. Agradable canción, para gustos musicales tranversales.
Seriedad armónica en el riff que inaugura "Bajo tierra", 7mo track y el primer video clip del disco, la voz comienza a contarnos emociones y conclusiones de esos amores que terminan mal, en una faceta ya muy arraigada en el trabajo solista de Garrido, que demuestra que a estas alturas no persigue estereotipos de banda de metal o Thrash, etc. sino que la exploración artística va más allá, hasta donde tenga que llegar. La paleta auditiva se completa con un solo de clarinete del músico invitado Esteban Valenzuela, lo que le da un sonido muy rock/fusión, característica que como mencionaba al principio de esta revisión, demuestra que el disco es una exploración por variados sub-géneros del Rock. Atrevida y segura canción, que se alarga con el riff principal "a piacere", bien allí también, creo que una de mis favoritas hasta el momento.
"Guiña (suspendan todo)”, el tema que le da el nombre al disco, parte con un riff cargado de rock clásico, una vez más la instrumentación nos propone nuevas combinaciones, para después llevarnos a una primera estrofa más acelerada, ¡pero oh! luego un segmento derechamente de beats Thrash metal nos sugiere quizá que del metal clásico no se puede huir jamás! (alucinada mía ésa, pero igual) y que el experimentar no siempre significa olvidar los orígenes musicales. La pista continúa con un pasaje más depresivo musicalmente en que se muestra una progresión en acústica que da paso magistralmente a un crescendo con influencias de Doom metal, para resolver en el riff de la primera estrofa. Diría yo uno de los más interesantes desde el punto de vista de lo extremo de la mezcla que se produce en un sólo tema, resulta el acompañamiento ideal para el mensaje conceptual que de por sí habla en tono de sano enojo constructivo.
El siguiente es "Vista al lago", canción que se presenta con un riff fresco y que enseguida atrapa por su línea vocal, muy recordable, agradable y paisajística, además evocando lugares del bello sur chileno en una visión muy introspectiva, un piano acompaña preciso en un arreglo que está en su justa medida. En una segunda parte continúa el beat característico del tema, pero utiliza un intervalo entre acordes de 4ta aumentada (diabolvs in música) que lo lleva por sonoridades más oscuras por momentos. De temática simple pero interesante por lo mismo, acerca la lírica de una canción de rock al devenir de cualquier persona en algún día de ésos que parecen tediosos pero que quizá en eso mismo resida su magia, ¡muy buena! creo que, de mis favoritas, si no la más.
Y nos despedimos con la bélica “Quema de libros”, originalidad al momento de proponer el texto, ¡que parte con la cifra exacta del último censo y calza perfecto! Con riffs metaleros que recuerdan desde el new rock de Metallica en su etapa noventera al speed picking del viejo Thrash, entre una que otra imprecación y chilenismo Garrido va mostrando su desacuerdo con el aparataje educacional que se padece en nuestro país, una canción-denuncia con mucha energía y una vez más, creativo enojo. De mis favoritas también, cual Jesús de Nazaret en las bodas de Caná, parece que dejó el mejor vino para el final, ¡excelente!
Disco recomendable para todo el que guste del buen rock, original en sus conceptos, composición e instrumentación, mis favoritas: "Vista al lago”, “Quema de libros” y “Bajo tierra”, mención especial a “Canción N° 89 en Em”, sobre todo por la complejidad de sus arreglos, saludos y ¡aguante al metal consciente!
Tracklist
- Canción N° 89 en Em
- Pihuelo
- Habitante
- Hiel
- Dos cosas
- Puqueldon
- Bajo tierra
- Güña (suspendan todo)
- Vista al lago
- Quema de libros
Contacto:
https://www.facebook.com/GarridoBand