Tenia muchas esperanzas puestas en este evento. En primer lugar la Sala SCD de Bellavista es famosa por tener una acústica de primera, lo que hace que cada espectáculo suene como debe ser; en segundo lugar, por que las bandas que se presentaban me eran desconocidas a nivel presencial; y en tercer lugar por que era un muy buen panorama al ser apto para todo público, esto es que podían entrar menores de 18 años. Instancia perfecta para aquellos chicuelos malvados que se adentran en el rock y en el metal.
A eso de las 20:15 hrs (en la sala SCD siempre se comienza mas menos a la hora, así da gusto), se sube al escenario la banda BAROUH. De estos muchachos podemos destacar que en sus filas tienen al destacado guitarrista Gabriel Hidalgo, quien se hace notar con buenísimos arreglos, que lo sacan un poco de lo que todos ya sabemos, su velocidad; para dar paso a una exquisita gama de matices atmosféricos muy bien logrados.
Barouh, banda que toma nombre de su vocalista Paula Barouh, hace un rock bastante comercial. Esta denominación no tiene que tomarse como despectiva, es un rock de muy alto nivel, fresco, intuitivo y del gusto de todos. Toma muchos vuelos de Saiko, Evanescence, notas electrónicas y los recicla para convertirlos en algo con más identidad. La vocalista Paula y Gabriel H. le dan una gran performance en vivo, y el bajista Marcos Sánchez ofrece todo el peso, su baterista Guillermo Pereira hace un trabajo impecable, haciendo una analogía, podríamos decir que es el jugador que pasa desapercibido pero en la dinámica del grupo juega un papel fundamental. Barouh toca aproximádamente unos cincuenta minutos, pasando de temas rockeros y pesados, a baladas romanticas. Un muy completo repertorio con el cual pueden plantarse en cualquier escenario. Muy buena banda, hay que tenerles ojo en el futuro.
Barouh en estos momentos se encuentran en la preproducción de su segundo disco. El primero lleva por nombre el mismo de la banda (homónimo) y ha tenido muy buenas críticas. Ahora trabajan bajo sello Orion Records.
Luego de unos veinte minutos de cambio de equipos, sube al escenario el plato de fondo, la emergente banda SACRAMENTO, estos muchachos tuvieron un salto cualitativo en su presentación al mundo en el ante pasado Chile Metal Fest, donde todo el mundo pudo apreciar la calidad de esta banda promocionando su hasta ahora única producción Weight of Sin, el cual es un caballo furioso de batalla.
De lleno en la presentación de esta agrupación, podemos mencionar que tenía un tinte especial, ya que sería la última ves que su vocalista Laura Vargas compartiría con sus compañeros en vivo. Todo este especial ambiente se hizo sentir durante todo el transcurso de su presentación. Sacramento toca una especie de metal moderno, algo comercial también, haciendo guiños muy elocuentes a bandas de renombre como Lacuna Coil. Con voces tipo the beauty and the beast, donde Laura se roba las miradas y su guitarrista Alejandro Espinoza hace las veces de vocalista acompañando de muy buena forma la tarea de su frontwoman. Esta banda posée un sonido fuerte y compacto, se nota el afiato y calidad de sus integrantes. Su bajista Claudio Leiva tiene una puesta en escena formidable y una ejecución del bajo eléctrico impecable, dando al igual que Barouh, todo el peso de la banda. No podemos dejar de mencionar a su baterista Felipe Zavala, quien está dotado de muy buena técnica y lo demuestra en cada tema, como sonaba esa batería!
Sacramento tocó un poco mas que la banda anterior, punto a favor es que sus temas están mas cohesionados entre si. Una identidad más marcada, a pesar que son una banda relativamente nueva dentro del pequeño circuito metalero Santiaguino, se les ve con un futuro prometedor. Solo queda esperar que puedan encontrar un o una vocalista que logre superar a su antecesora, ya que en este tipo de bandas donde canta una mujer, es muy difícil sacarse el estigma de músico principal. Podría salir el guitarrista, el bajista o cualquier otro y no se notaría, pero sacas a la vocalista y la agrupación pierde automáticamente su ícono reconocible.
Sacramento y Barouh, son ese tipo de bandas que les gusta a todo el mundo, son livianas, fáciles de digerir, frescas. Estoy seguro que si ponen todo de su parte, pueden convertirse en principales exponentes de su estilo de música.
La única nota negativa de la jornada (y por eso la dejo para el final), la puso el público. Un show profesional, con equipamiento de primer nivel, un sonido que se lo quisieran en locales como el Óxido, con entrada bastante asequible. Se me hace difícil entender la poca cantidad de personas que asistieron, no deben haber sido mas de treinta. No había excusa, los locales para pasar un buen rato post evento estaban a metros de distancia, una hora muy prudente y agradable, etc. A veces uno piensa que el público chileno, no se merece esta calidad de bandas. En favor del "respetable", podemos decir que hubo poca promoción del evento (a cargo de Winter Storm), o sea, no puedes basar casi toda tu "campaña publicitaria" en Facebook. Tienes que moverte a todo nivel, creo que eso afectó un poco, solo un poco.
Barouh y Sacramento